Ya ha entrado en vigor la nueva factura de la luz. Millones de familias españolas se verán afectadas por este cambio, que podría repercutir negativamente en sus economías domésticas. Ante las múltiples dudas y preguntas efectuadas por nuestros socios y simpatizantes, desde la asociación de consumidores ACTORA Consumo hemos considerado oportuno redactar esta breve guía para entender los cambios que se avecinan en el mercado eléctrico.
¿Quién se ve afectado por la nueva factura de la luz?
Este cambio en la factura de la luz afecta a todos los consumidores domésticos, es decir, a aquellos que tienen potencias contratadas de hasta 15 KW. Se trata de unos 19 millones de hogares en toda España.
En los últimos años la mayor parte de los usuarios han ido ajustando la potencia que tenían contratada, normalmente reduciéndola, con el objetivo de reducir su factura de la luz ya que en muchas ocasiones los consumidores pagaban más por la potencia contratada que por el consumo eléctrico realizado.
Se sigue diferenciando a los usuarios del mercado regulado (Precio de Venta al Pequeño Consumidor, PVPC), de los usuarios del mercado libre.
A los usuarios del mercado regulado -imprescindible pertenecer a él para tener acceso al bono social- se les imponen desde ya los cambios, y podrán variar en dos ocasiones su potencia contratada, gratuitamente hasta el 31 de mayo de 2022. Eso sí, teniendo en cuenta que si se contrata más potencia de la máxima que se tenía contratada anteriormente, tendrán que pagar derechos de acometida.
Los usuarios del mercado libre probablemente comenzarán a recibir ‘ofertas’ de sus comercializadoras para ‘ayudarles’ a ajustar su consumo. Desde ACTORA Consumo recomendamos analizar con lupa estas ofertas. En caso de duda, los consumidores pueden contactar con nuestro Servicio de Asesoría al Consumidor en el teléfono 976 211 321 o en el correo electrónico info@actoraconsumo.org.
Qué cambia con la nueva factura de la luz
Cambiará ostensiblemente el formato de la factura. La letra será todavía más pequeña. Es previsible que se incluyan nuevos gráficos y más información, lo que necesariamente hará que disminuya el tamaño de la letra. Esto puede ocasionar que las personas mayores o con deficiencias visuales no puedan leer correctamente su factura de la luz.
Además la factura incluirá un código QR, para acceder a más información. Esto, que en principio puede parecer una buena idea, puede acabar siendo discriminatorio para con aquellos consumidores que no sepan utilizar con soltura las nuevas tecnologías de la información.
También cambia el contenido de la factura, incluyéndose nuevos conceptos, por los que las comercializadoras van a cobrar a los consumidores. Lo que hasta ahora se denominaba como ‘peajes’ se divide en dos: ‘peajes’ y ‘cargos’.
Los peajes son el coste del transporte y distribución de la energía, cuyo precio impone la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Y los cargos los fija el Ministerio de Transición Energética y Reto Demográfico, y entre ellos se incluyen conceptos como el déficit de tarifa, las subvenciones a las energías renovables o el sobrecoste por la producción de electricidad en Canarias y Baleares.
Se seguirá cobrando el alquiler de los contadores. Y, por supuesto, los impuestos: el de electricidad, fijado en el 5’112% y el del IVA, que vergonzosamente sigue tasado en el 21%.
Se cobrará también la potencia contratada, con dos tipos a elegir por los consumidores y que se podrán modificar tal como hemos indicado anteriormente.
El gran cambio de esta nueva factura de la luz reside en el precio. Ahora habrá 3 periodos de precios, dependiendo de la hora y del día: horarios punta, llano y valle. Desde ACTORA Consumo reclamamos que estos periodos se llamen caro, medio y barato. Así los entenderíamos mejor todos…
Los fines de semana y los festivos únicamente habrá una potencia y un precio para la electricidad. Ese será el momento idóneo para poner la lavadora, la plancha o el lavavajillas, pero… ¿qué pasa con los aires acondicionados o en invierno las bombas de calor? ¿Qué pasa con cocinar a mediodía o preparar la cena al llegar de trabajar?, ¿qué pasa con los bebés o con las personas mayores o dependientes?, ¿las vamos a tener que duchar y cuidar de madrugada para que coincida con la franja horaria barata? ¿Qué pasa con la personas electro dependientes, que necesitan día y noche estar conectadas por ejemplo a una bomba de oxígeno?….
¿Quién se beneficia de este cambio en la factura de la luz?
Sinceramente creemos que este cambio tiene como únicos y verdaderos destinatarios a los propietarios de coches eléctricos, ya que parece un cambio pensado exclusivamente para fomentar su adquisición y recargas.
Al resto de los consumidores, en principio no nos beneficia, y nos condiciona. Que nos lo quieran vender como un avance y que además nos culpabiliza si nuestra factura se acaba incrementando, porque supondrá que no sabemos ajustar nuestro consumo a las franjas horarias impuestas, es algo que nos indigna como asociación de consumidores.
Se trata de un cambio impuesto por el Gobierno, que no ha consultado a los representantes legítimos de los consumidores: las asociaciones de consumidores. Tampoco se ha pronunciado al respecto el Ministerio de Consumo.
Creemos que la CNMC y el Ministerio de Transición Ecológica deberían haber puesto como mínimo algún número de teléfono gratuito de atención a los usuarios.
Desde la asociación de consumidores ACTORA Consumo seguiremos peleando para que el precio de la luz sea más justo para los usuarios domésticos, apostando por una bajada del IVA que pagamos todos (también las personas beneficiarias de bono social) y que es uno de los más caros de Europa.